jueves, 21 de julio de 2011

Votar al otro

Desde que en 1983 pudimos volver a votar se viene dando un fenómeno bastante curioso. Siempre terminamos votando al otro.
¿Qué quiere decir votar al otro?
Simplemente quiere decir que nuestro voto no va por convicción, va por bronca o miedo.
En 1983 el voto a Alfonsín va por miedo al peronismo. Miedo causado por Isabel y López Rega dejando el camino servido a Videla y compañía. Miedo que se termina de configurarse con el cajón de Herminio Iglesias.
El primer voto a Menem viene por bronca a una gestión que nos tenía inmersos en una hiperinflación que no se sostenía más.
El segundo voto a Menem no tiene un candidato enfrente. El mismo presidente imponía el miedo a dejar la convertibilidad y a no poder pagar todas las cuotas en dólares que el país entero había contraído. Si compraste televisor, lavarropas y videocassetera en cuotas, votá la reelección porque si no te van a embargar todo cuando el dólar se dispare.
De La Rúa, cero carisma, obviamente gana por la bronca al turco. La corrupción y la falta de más cosas para privatizar hicieron que el voto cayera en otro partido.
El corralito y la crisis del 2001 son responsables del voto a Néstor Kirchner, aclarando también que el otro votado fue de nuevo Carlos Menem, que se baja de la segunda vuelta porque el "votar al otro" hubiera hecho que su derrota fuera histórica.
En este punto de la historia tenemos uno de los grandes méritos del kirchnerismo, anular a la oposición. Sin "otro" a quien votar, la teoría no funciona y entonces no aparece la opción.
Salvo en la ciudad de Buenos Aires. Ahí "el otro" demostró esta cruel teoría ganando cómodo y con una segunda vuelta casi asegurada.
Santa Fe terminó dando otro ejemplo. La provincia viene siendo un bastión socialista desde hace varias elecciones, así que no sorprende Bonfatti, pero que Del Sel haya quedado cerca dejando a Rossi muy atrás demuestra que quisieron votar al otro. En este caso era lógico porque una provincia que es campo en casi su totalidad no iba a votar al partido de la 125.
Personalmente no quiero "votar al otro" pero muchas veces no queda otra. En las elecciones legislativas es fácil votar a alguien que no salga primero o segundo, porque un diputado o un senador de otro partido suman. En las elecciones para poder ejecutivo es necesario votar a un candidato con posibilidades porque de votar a Zamora, ese voto no ayuda a vencer al que no queremos que gane. Ojalá Zamora fuera "el otro", pero nunca entró en el negocio del marketing político.
Aclaro que no voto en Capital ni Santa Fe, así que Macri, Filmus, Del Sel o Rossi no son mi decisión y recién cuando esté todo más cerca vamos a ver las alternativas posibles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario